En resumen
- Estados Unidos está a punto de alcanzar el techo de la deuda, lo que plantea diversos escenarios en la economía mundial.
- Dicho fenómeno sucede cuando se alcanza el mínimo legal establecido sobre la cantidad de dinero que el gobierno puede prestar para financiar sus gastos.
- Analizamos qué papel pueden jugar las criptomonedas en dicho hipotético escenario.
Las noticias de los diarios económicos ahora se centran en lo que suceda con el techo de la deuda de Estados Unidos, que podría provocar un incumplimiento de pago histórico si no se resuelve antes de junio.
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Nosotros trataremos de abordar este tema desde la perspectiva del impacto que dicho acontecimiento puede tener en el mercado de criptomonedas.
Este escenario tendría graves consecuencias para la economía global, debido a que, en la actual coyuntura económica, el incumplimiento de deuda por EE. UU podría derivar en una gran recesión.
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Sobre todo, puede generar una crisis de confianza en el dólar, la moneda de reserva mundial, y en los bonos del Tesoro, considerados los activos más seguros del planeta.
Esto podría desencadenar una fuga de capitales, una subida de los tipos de interés, caída del crecimiento económico y una mayor inflación
En ese escenario, algunos analistas y expertos consideran que las criptomonedas podrían beneficiarse del incumplimiento de la deuda, ya que ofrecen una alternativa al sistema financiero tradicional y una protección frente a la inflación y la devaluación monetaria.
Esta idea no parece descabellada, puesto que de hecho la crisis bancaria regional que vive Estados Unidos fue la que impulsó al precio de bitcoin en los últimos meses. Sin embargo, hasta que no ocurra dicho fenómeno (si desafortunadamente acontece) no sabremos con exactitud cómo reaccionarán los criptoactivos.
¿Qué es el techo de la deuda y por qué es importante?
Pero quizás no hemos explicado bien de qué se trata esta crisis exactamente. Para ello debemos reflexionar sobre el concepto mencionado en la pregunta anterior:
El techo de la deuda es el límite legal que establece el Congreso estadounidense sobre la cantidad de dinero que el gobierno puede prestar para financiar sus gastos.
Si el techo no se eleva o se suspende, el gobierno se queda sin fondos para pagar sus obligaciones, lo que se conoce como incumplimiento de la deuda.
Más allá del amarillismo que suele rodear a este tipo de eventos, la verdad es que no es la primera vez que Estados Unidos alcanza un techo de la deuda (como mencionaremos más adelante). Sin embargo, la problemática se agrava por la fuerte división que existe en el congreso entre los partidos demócrata y republicano, los cuales no han sido capaces de acordar un nuevo techo de deuda.
También analizamos: La caída de Vision Fund y del sector tecnológico mundial.
Así que la prioridad en estos momentos es que ambos partidos lleguen a un acuerdo y de esta manera, Estados Unidos puedas seguir cumpliendo con sus responsabilidades financieras en todos los sentidos.
En el peor de los casos, el país norteamericano podría entrar en impago de deudas, lo cual podría atraer un escenario más desfavorable aún para su economía.
En dicho contexto sería complejo prever cuál será la reacción de la población y sí tendrán en cuenta a bitcoin y demás criptomonedas como activos de refugio.
No es la primera vez que EE. UU alcanza el techo de la deuda
El techo de la deuda de Estados Unidos no es un problema nuevo, sino que tiene una larga historia que se remonta a los orígenes del país. El Congreso estableció por primera vez un límite legal al endeudamiento público en 1917, para facilitar la financiación de la Primera Guerra Mundial.
De hecho, desde entonces, el límite se ha modificado más de 100 veces, en función de las necesidades y las coyunturas políticas.
Contrario a la situación actual, la mayoría de las veces, el Congreso estadounidense ha acordado elevar o suspender el techo de la deuda sin mayores dificultades, reconociendo que se trata de una obligación para pagar los gastos ya aprobados.
Sin embargo, en algunas ocasiones, el debate sobre el techo de la deuda se ha convertido en una batalla política, en la que algunos legisladores han exigido recortes de gastos o reformas fiscales a cambio de su apoyo.
Esto ha generado situaciones de tensión e incertidumbre, que han puesto en riesgo la solvencia y la credibilidad de Estados Unidos como emisor de deuda.
En 2011, Estados Unidos vivió una crisis similar por el desacuerdo entre el presidente Barack Obama y el Congreso republicano sobre el déficit fiscal. El gobierno se quedó a solo unas horas de incumplir su deuda, lo que provocó la primera rebaja de la calificación crediticia del país por parte de Standard & Poor’s.
En 2013, Estados Unidos volvió a rozar el impago por otro choque entre Obama y el Congreso republicano sobre la reforma sanitaria. El gobierno cerró parcialmente durante 16 días y tuvo que recurrir a medidas extraordinarias para evitar el default.
